lunes, 1 de octubre de 2012

PUNTO QUE SIRVE

Después de la semana convulsionada que vivió Sarmiento, previa al clásico, el punto obtenido en condición (netamente de visitante) ante For Ever, sirve y mucho para encarar el futuro. Cada vez que el “Decano”, no perdió ante el “Albinegro”, inició remontadas en su rendimiento y en cuestión de resultados, que lo llevaron a posicionarse en los primeros puestos.
Dentro de una semana que se pareció más a un tsunami, que a la preparación de un equipo para afrontar uno de los partidos más importantes de la temporada; Sarmiento tuvo buenas y malas. Repasemos, el lunes empezó convulsionado con la derrota del día anterior ante Fontana, y con los incidentes que impidieron que continuara el partido. Ese mismo lunes, al mediodía, el gobernador convocó a una reunión ampliada del Coprosede, donde se determinó que los hinchas “Decanos” no iban a poder ir más a la cancha en condición de visitantes.
Ese lunes, ni el martes, Salvador Capitano, DT destituido, se presentó a los entrenamientos, producto de su viaje a Rosario, por el fallecimiento de su hermano; se acercaba el final del proceso del técnico. Es cierto lo que afirma Capitano, en una nota a Diario Norte, siempre tuvo el respaldo de Capitanich, pero cómo aseveramos en la nota anterior, Capitano se fue ganando enemigos íntimos, que terminaron por voltearlo.
El martes el plantel volvió al trabajo en doble turno, y luego del entrenamiento vespertino, se les confirmó a los ayudantes de Capitano (Rossi y Villarreal), que no iban a continuar en sus cargos, la idea era producir la renuncia del DT, que no daba señales de vida ante los insistentes llamados del propio Capitanich. Ese día, por la noche, cerca de las 23, la destitución de Capitano era un secreto a voces; y la llegada de Raúl de la Cruz Chaparro, era un hecho hiper confirmado.
El miércoles por la mañana llegó Capitano a Resistencia, pero ya sabía que su proceso al frente del equipo estaba culminado, es más, aquí se enteró que en el club ya estaban abrochando el contrato con el nuevo entrenador, que hizo su presentación por la tarde en el entrenamiento. Fue el día más movido de la semana, con la llegada del ex DT, la aprobación del contrato del nuevo entrenador, la presentación en el entrenamiento, partido oficial por la Liga ante Independiente Tirol, y finalmente desvinculación con Capitano.
El jueves ya se fue ganando un poco más en tranquilidad, si vale el término, fue el primer momento en dónde se empezó a pensar en For Ever, y el clásico del domingo. Por la mañana Chaparro, dispuso un equipo que mantuvo en el amistoso vespertino ante Cune, y allí se empezaba a perfilar el once titular. Fueron los primeros indicios de Chaparro en su flamante conducción, las primeras dudas y certezas. Dudas en el arco, el sector izquierdo de la defensa, y en la delantera buscando el acompañante de Cáceres. La certeza era que a Arce, que había tenido una leve contractura el miércoles, se lo iba a esperar hasta último momento.
El viernes por la tarde, persistieron las dudas planteadas, el equipo quedó concentrado y el DT no confirmó el equipo; recién el sábado por la mañana Chaparro tuvo en claro quiénes iban a jugar el clásico, nombres que confirmó ni bien llegado al estadio de For Ever, el domingo.
La buena noticia de la semana quizás tuvo que ver con la llegada de Chaparro, a hacerse cargo del equipo, el clima convulsionado que rodeaba a Capitano era muy hostil y adverso. La otra buena, y por el momento que se vivía, era la ausencia del público “Decano”, que “liberó” a varias jugadores como a Adorni, por ejemplo, siempre tan resistido por el hincha. Es una medida que no comparto, de ninguna manera, porque muestra la incompetencia de los organismos estatales, se hizo lo más fácil; sin embargo, reitero, creo que esto le vino bien a Sarmiento. Se quitó la presión de encima, y se la trasladó a For Ever.
Ya en el juego, se vio un clásico entretenido, quizás uno de los mejores de los últimos tiempos; Sarmiento estuvo a la altura de las circunstancias, con nombres que rindieron en un nivel superlativo como Horacio Correa, bien acompañado por el resto de sus compañeros, no hubo fracasos individuales, y colectivamente el equipo mostró lo mejor hasta aquí en el torneo.
Por estas razones, que sirven para entender la semana que sobrellevó el “Decano”, es que se justifica el empate que consiguió ante su clásico rival. A partir de aquí tendrá que refrendar lo bueno, y seguir corrigiendo errores.