La victoria clara de Sarmiento sobre For Ever en el clásico que completó la 8º fecha del Torneo Apertura de la Liga Chaqueña
Sarmiento desplegó un fútbol de alto vuelo de mitad de cancha hacia delante, con lo que mi amigo Adrián Escobar, comentarista de lujo que tenemos en la radio, definió perfectamente como “un desorden táctico”. Esto es, movilidad permanente de sus delanteros, que nunca se estacionaron al lado de los centrales para ser absorbidos con facilidad. Cañete, pero principalmente el gran descubrimiento de Estepa, se recostaron por los costados pero mutando siempre de un lado a otro, no dejando referencia a los confundidos defensores “Albinegros”.
El recostarse sobre los laterales, permitió que otros jugadores de buen pie llegaran con absoluta facilidad como Altamiranda, Matías González y el propio pibe Sivueiro que se comió la cancha. Hubo puntos muy altos en el “Decano”, ninguno de sus futbolistas actuó por debajo de los 6 puntos. Para destacar lo de Estepa, pero completan el podio, Mauro Alegre, patrón absoluto de la mitad de la cancha por quite y juego; y en el fondo la tarea de Horacio Correa fue monstruosa. Repito, este es el podio, pero sería injusto no nombrar a Sivueiro y Altamiranda por la izquierda; Domínguez y Cabral clausuraron su sector por derecha; González manejo siempre correctamente los hilos de la conducción del equipo y Cañete con sutilidades marcó que era el jugador distinto de la tarde.
Sarmiento como ya lo hicieron otros equipos que saben manejar bien la pelota, aniquiló las armas defensivas de For Ever, un equipo que se presenta siempre rústico para marcar porque todavía está estigmatizado con lo que le dejó la conducción anterior. Es cierto lo que dice Adelmo Romero, ahora el equipo tiene un “poco más de serenidad”; pero cuando le mueven la pelota sin que la pueda tocar pierde la “chaveta” rápidamente como lo hizo Rozas con esa patada descontrolada y criminal sobre Alegre.
El “Decano”, lo cacheteó futbolísticamente a For Ever de principio a fin, como lo hicieron recientemente Guaraní y San jorge; y anteriormente el propio Defensores de Ramallo, equipos sin historia en estas lides futboleras, pero que juegan “bien” a este deporte que consiste básicamente en pasarle la pelota a un compañero; parece tan fácil, pero de ninguna manera lo es. Estos equipos que apostaron por esta forma de jugar, hoy están en otra categoría, quizás es aquí el principal replanteo que deberían hacerse nuestros conjuntos.
A For Ever, como a cualquier equipo en el mundo, se le complica cuando le sacan la pelota y lo agreden ofensivamente con rotaciones permanentes. Nunca Valdez ni Romero pudieron hacerse ejes en la mitad de la cancha, ellos que siempre marcan el rumbo en donde va a jugar el equipo. Fernández y Torales no gravitaron por las bandas; y los defensores, lo dicho, no encontraron las marcas ante la movilidad de los delanteros del “Deca”. Arriba “Pelonchi” González pateó una vez al arco y a Girón se lo deglutió el chico Sivueiro.
El partido se abrió es cierto con un error del pibe Ledesma que quiso sacar sin complicarse un remate de Estepa por sobre el travesaño, pero dejó el rebote para la entrada triunfal de Correa; pero Sarmiento ya había echo méritos como para ponerse en ventaja anteriormente. El rendimiento superlativo del “Decano” en el primer tiempo, no fue consecuente con las pocas situaciones de peligro que generó.
Promediando el segundo tiempo, la única incertidumbre que había era saber si los viejos fantasmas no volverían a aparecer en el “Aurirojo”, que ahora sí generaba mucho y dilapidaba más. Sarmiento lo dejaba con vida a For Ever, con todo lo que esto significaba; hasta que Estepa definió como un maestro y los últimos 15 minutos fueron un deleite.
Este parece ser el camino a seguir para ambos, ya pensando en lo que todos esperan, salir definitivamente del Argentino B. Sarmiento tratando de hacer lo que realizó ante For Ever, tuvo muchos pasajes de “fulbito” intrascendente durante gran parte del Argentino B pasado, reconocido por el propio Capitano. Pero lo de ayer, es la muestra cabal que se puede realizar, el trabajo será mantenerlo la mayor cantidad posible de minutos durante un partido.
A For Ever y a Ribeca, les esperan un trabajo mucho más duro, que será el de cambiar la mente de estos buenos futbolistas que tiene en el plantel. Se corre con la ventaja que muchos de ellos son jóvenes y pueden cambiar el “chip” con la celeridad de un auto de primera gama.
Que el árbol de la victoria y la derrota no les tape el bosque a ninguno de los dos; si saben capturar lo que pasó en éste clásico, que como no ocurría hace muchísimo tiempo marcó claras diferencias entre uno y otro, estaremos ante avances considerables de conseguir por fin algo serio; llámese un ascenso.
