miércoles, 14 de marzo de 2012

SARMIENTO Y SU RETROCESO

Hasta antes de comenzar el año, habíamos expresado que Sarmiento, daba la sensación que se había acomodado a jugar el Argentino B. El equipo empezó a sacar puntos importantes, y esos triunfos le habían permitido colocarse entre los tres primeros, detrás de Guaraní y For Ever. La vida en la Copa Argentina le sonreía, (ahora juega con Arsenal), entonces cerraba de buena manera el año, con el único karma de no haber podido ganarle a su clásico rival nada más en las alforjas; pero con un tercer puesto decoroso para las bases del proyecto incipiente que se está instrumentando.
El amanecer del 2012, ponía en la agenda futbolera, justamente el arranque con For Ever, y la posibilidad de ganar y empezar a descontar puntos. Estos partidos que uno siempre suele marcarlos como bisagra, es evidente que al Decano lo terminan perjudicando en su accionar futuro. La derrota contra el Albinegro, volvió a calar hondo en el alma del hincha; pero fundamentalmente experimentó un bajón en lo futbolístico y anímico tremendo para un plantel que no se caracteriza precisamente por tener una autoestima elevada.
Lo que siguió a partir de allí en cuánto a resultados es conocido, derrota de local ante el humildísimo Gibson Brown por 1 a 0; y empates consecutivos en el Centenario ante Patria y Guaraní. En el medio Sarmiento encontró la “quintita” que tiene con Mandiyú a quién le ganó siempre; y la derrota del último domingo ante San Martín en Formosa.
Es decir de seis encuentros sólo ganó uno, perdió tres y empató dos. De nueve puntos en el Centenario sólo rescató dos. Pero para que el árbol de los resultados no nos tape el bosque, analicemos cómo jugó el equipo en estos partidos.
Capitano afirma que Sarmiento debería tener por lo menos seis o siete puntos más; esto es tan analizable cómo difícil de comprobar. Es cierto hay partidos que no “mereció” perder, va entrecomillas, porque se sabe que los merecimientos y las justificaciones a veces tienen poco que ver con el fútbol.
El partido con For Ever, en el comienzo del año futbolero, era un empate clavado, aburrido, pobre, ordinario como casi todos los clásicos que jugaron. Pero quién puede quitarle méritos al equipo de Medina para ganar éste tipo de partidos. El DT de For Ever vio la veta del triunfo en algún momento del segundo tiempo y puso en cancha tres delanteros para asediarlo a un Sarmiento que venía con bajas. Capitano también los puso, pero ya cuando su equipo estaba (0-1) abajo.
Los partidos en casa en la mayoría de las situaciones, no supo definirlos, ni cerrarlos cuando consiguió el gol. Ante Brown, el equipo fue a veces en forma muy desordenada para lo que pregona el DT, con toques intrascendentes hacia los costados y con mucha falta de punch en la ofensiva. Con Patria hasta tuvo un penal a favor que dilapidó el paraguayo Ortellado; y como si hiciera falta algo más, ante Guaraní tuvo un gol, en la excelente pegada de Closa (hasta aquí lo único que mostró), y un hombre de más por la expulsión de Ramos al final de la primera etapa. Todos en el Centenario decíamos, bueno ahora sí va  aparecer el equipo; custodiando la pelota, haciéndola circular a lo ancho y largo del campo; imaginábamos encuentros mortales para la defensa Franjeada entre Closa, Brizuela y el ingreso de Cañete. Sin embargo el empate de Guaraní llegó rápido, Brizuela entró en la locura general del equipo reclamando y no jugando; y se tuvo que ir expulsado. Casi que los hinchas al final agradecieron el empate por cómo se presentó el segundo tiempo.
El partido contra Mandiyú no reviste mayores análisis, se le ganó bien a un equipo que se cae a pedazos, la salida de Cravero y la llegada de Jarque no parece ser tampoco la solución, al menos de fondo. Y con San Martín en Formosa, un partido para quién suscribe absolutamente ganable, Sarmiento fue a jugar con un solo delantero, fue a cuidar el puntito ante un rival directo en la clasificación y terminó perdiendo por la mínima. No suelo referirme a los árbitros, más que cuando son alevosos y corruptos en sus decisiones, y no me pareció que éste haya sido el caso de Alvarenga en el último partido. El juez estuvo correcto en las jugadas que necesitaron su impronta y mirada óptica; por caso, expulsó bien a Centurión y Espíndola, en el penal hubo contacto y el gol anulado a Closa en el primer tiempo fue bien anulado, ya que el volante bajó la pelota con la mano. Lo de Closa en su expulsión es tema de interpretación, no podemos saber, al menos quiénes estábamos transmitiendo el partido, lo que el paraguayo le dijo al juez de línea; lo cierto es que ante el llamado de su asistente el árbitro vino directamente al banco y mandó al vestuario al futbolista creativo.
Analicemos los protagonistas ahora. El hincha le reclama permanentemente a Capitano, cuestiones que tienen que ver con lo que percibe económicamente en el club, y aquí es dónde me parece equivoca su óptica. Es complicado cuánto menos meterse en lo que cobra alguien por un servicio, cada uno maneja su dinero y hace negocios como le parece (negocios permitidos obviamente). Capitano no le roba la plata a nadie, que esto se entienda bien, en todo caso se la dejan robar aquellos que lo contrataron. Ya lo dijo el gran pensador contemporáneo Davilo Moreno “El que tiene plata hace lo que quiere”.
Lo que si uno puede discutir con el entrenador de basta trayectoria, son los planteos que realiza para afrontar los partidos. Nadie objeta su sana intención de jugar al fútbol en una categoría que no lo permite, según su visión. Más allá de que ese fútbol que intenta jugar, la mayoría de las veces se torne en toques intrascendentes y con falta de definición, esto también reconocido por el propio entrenador. Es bueno tener la pelota pero a la vez saber que hacer con ella, si el volante central se la toca al arquero y éste desesperado ante la asfixia del rival se la saca de encima como puede, no sirve.
Ante los formoseños Capitano puso un solo delantero, en un partido que debía ir a buscarlo. Es cierto, poner tantos delanteros no asegura el triunfo, ni siquiera ser más ofensivo que el rival; pero marca una tendencia de cómo quiere pararse el equipo. Si el mensaje del DT en lo previo es “En esta cancha no se puede jugar” y pone una sola referencia en el área de enfrente, los jugadores captan que se va a no perder, lo cual es muy distinto que ir a ganar.
Después durante el juego se presentan cuestiones con una dicotomía importante; porque si la idea del técnico es que en ciertas canchas como la de la Liga Formoseña, no se puede hacer circular el balón; no se entiende porqué los defensores se la dan en forma recurrente al arquero en una zona tan álgida y complicada. Carreras varias pifió el balón en su intento por salir jugando o en su defecto despejar el peligro; y en una oportunidad la tomó con sus manos generando un tiro libre dentro del área.
A Capitano no se lo puede culpar tampoco de la expulsión ridícula de Centurión, que merece aparte de la sanción del tribunal de disciplina, una reprimenda por parte del cuerpo técnico y los dirigentes. El formoseño le falló a quién le otorgó la cinta de capitán y a todos sus compañeros. Centurión el domingo hizo lo que el capitán del crucero Costa Concordia, abandonó el barco antes que se hunda.
Lo de Closa es discutible porque no sabemos lo que dijo para que lo expulsen; sí su actitud posterior, de ir a buscar al asistente para hacer justicia por mano propia. El paraguayo debe revelarse en el campo de juego y mostrar toda su guapeza y bagaje futbolístico allí.
Vamos por parte, la defensa; el otro día en la radio me preguntaban que lateral por la derecha tiene Sarmiento; y haciendo memoria y pensando demasiado contesté, Cabral, Domínguez y Mourglia. Cachete fue el que más jugó allí, es su puesto original aunque hoy por hoy es más aprovechable su llegada por sorpresa que una defensa férrea. En los otros dos casos hay que remitirse a tiempos lejanos, ninguno es muy tenido en cuenta por el cuerpo técnico. Domínguez jugó en el arranque pero como lateral izquierdo y Mourglia lo hizo un par de minutos en Copa Argentina y no mucho más.
De esta forma Capitano tiene que improvisar con un central como Correa, que no tiene proyección y que tapa todos los huecos en defensa, ya jugo por la izquierda, por derecha, en el centro, como libre y stoper.
Centurión y Coimbra se transformaron en titulares ante la ida de Reynoso, por el centro. Ambos son cumplidores y se complementan, el formoseño es más duro en la marca y el uruguayo le aporta su buena ubicación y pegada. Por izquierda hoy el puesto es de Martinich, puede jugar Muller también, depende la ocasión.
En la mitad de la cancha Capitano busca quite y juego; allí se posicionan Orzán, uno de los mejores en cuánto a rendimiento general del equipo, el pibe Vera y Zampa. El DT al finalizar el 2011 terminó jugando con un 4-4-2 dispositivo táctico predominante en la categoría; pero al llegar Closa a principios de temporada, tuvo que cambiar y diseñar la estructura en base a un enganche.
Los problemas en cuánto a resultados no vinieron por la presencia de Closa, sino porque todo el equipo bajó su rendimiento. Ortellado asomó como para comerse cruda a la categoría y hoy la falta de gol lo está devorando. Bandiera por lesión todavía no pudo jugar en lo que va del año; igualmente el rosarino fue otro de los que pasó con buenas notas el examen del Argentino B. Después Cañete es el que siempre tiene más posibilidades y minutos para mostrar lo que sabe, es la joyita del club y lo van llevando de a poco. Adorni, fuera del gusto de la gente y Rama Ávalos son alternativas lejanas.
Así esta Sarmiento hoy, caminando el tramo final de la primera fase y con posibilidades aún latentes de meterse entre los privilegiados que continuarán el torneo por el tan ansiado ascenso. Un campeonato muy dispar y cambiante que solamente siempre tuvo a dos equipos arriba como For Ever y Guaraní. El spring final parece marcar la lucha entre tres equipos para conseguir una plaza, que hoy le corresponde a San Martín, después está Patria y finalmente Sarmiento.
Viene una semana dura para el Decano con tres partidos seguidos (For Ever – Arsenal – Patria), encuentros que servirán para saber como llega parado a casi un año de comenzar el proceso de cuatro, que tanto menciona el técnico.