martes, 30 de octubre de 2012

EL REGRESO DE SAN MARTÍN

San Martín de Margarita Belén se aproxima rápida e inexorablemente a la conquista del torneo Clausura de la Liga Chaqueña de Fútbol, es que con 30 puntos en su haber, sacó una diferencia más que apreciable sobre sus inmediatos perseguidores, que cada vez le allanan más el camino hacia la gloria.
¿Tendrá un final aburrido el campeonato?, sin la incertidumbre que marca una definición palmo a palmo hasta los últimos minutos del juego en la última fecha. Todo dependerá de Don Orione, que es el único equipo que le puede dar pelea, una lucha desigual es cierto por la cantidad de puntos que los separan, pero el conjunto de Eric Acosta, por el momento es el que abriga una esperanza.
Porqué el retorno de San Martín, a lo que seguramente será su consagración en éste campeonato. Porque el conjunto de Ariel Canizini, técnico con el cual ya gozó las mieles del éxito ascendiendo a primera división en 2007 y logrando el campeonato Apertura y Oficial en 2008, en su presentación en el máximo torneo doméstico, volvió a acomodar las piezas en su lugar.
San Martín y Canizini, parecen ser un combo inseparable, cada vez que se hable sobre el CV de alguno de ellos inmediatamente aparecerá la figura del otro protagonista asociada. Más allá de la breve incursión del técnico por For Ever y Cune, donde es director deportivo; Canizini sabe que por siempre estará ligado a los colores del “Chacarero”. Y toda la comunidad sanmartiniana de Margarita Belén, sabe que Canizini es el DT ideal para el equipo.
Luego de la frustración por no haber participado en el Torneo del Interior de éste año, donde estaba clasificado pero desistió de participar a último momento por temas económicos; el DT jugó un papel preponderante en el rearmado del equipo, pero principalmente en concientizar a sus futbolistas para volver a ser aquel equipo que practicaba un muy buen fútbol desde la B, y que logró mantener en la A, para conseguir los logros ya mencionados.
En ese Apertura 2008, San Martín reunió 31 puntos sobre los 28 de Resistencia Central, para conquistar el título, algo realmente impensado. Mucho más después conseguir el Torneo Oficial a manos de Villa Alvear, que se había consagrado en el Clausura.
Después llegó la malaria para San Martín, pero la malaria en serio; no solamente en cuánto a resultados, sino que pasó de ser el equipo sensación de la Liga, a ser el más violento. La agresión de Alfredo Barlessi al árbitro Gustavo Giménez, marcó un punto de inflexión en esa ola de violencia en la cual se vio inmiscuido todo el plantel. San Martín salía más a pelear los partidos, literalmente, que a jugarlos. Pensaban que todo el mundo estaba en su contra e intentaban repeler esas cuestiones con acciones irresponsables, rayanas con la falta de disciplina. Fueron fechas nefastas, en las cuales en todos los partidos un hombre de San Martín se iba expulsado.
Puede ser cierto también, que estas reacciones vinieron luego del deceso de Diego Barlessi, jugador del club y hermano de Javier, Damián y Alfredo; lo ponemos en potencial porque son razones que rozan más con lo psicológico y es un terreno en el cual prefiero no meterme para no navegar en aguas desconocidas. Lo bueno es que Alfredo, un jugador de excelentísima condiciones, reconoció su error, y si bien es cierto que todavía purga con la sanción que le impuso el Tribunal de Disciplina de la Liga, puede convivir hoy un poco más aliviado con su pena, y la ilusión de un pronto retorno a las canchas.
Retorno al que también está llegando el equipo, por eso el título de esta columna. Y en esto tuvo mucho que ver Canizini, en su vuelta al club, luego de la transición de Fabián “Colo” Enríquez, lo primero que me dijo en una charla informal que tuvimos, fue “tenemos que volver a instrumentar la disciplina en el plantel, material humano hay de sobra, pero los jugadores tendrán que entender que no podemos sufrir expulsiones todos los partidos, en eso tendremos que trabajar”.
Y trabajó, y más allá de la desilusión por no participar en el TDI de éste año, San Martín supo rearmarse y volver a confiar en su fútbol. Quizás este equipo no luzca tanto como aquel de 2008, pero otra diferencia marcada es la versatilidad en el plantel, ya que Canizini por diferentes motivos (expulsiones, lesiones, tácticas) ocupó a casi la mayoría de los jugadores, y todos rindieron jugando dos competencias al mismo tiempo (Liga y Federativo).
San Martín está de vuelta señores, más allá del título casi inminente en éste Clausura, lo importante fue que volvió por sus propios fueros, recompuso su imagen y hoy ostenta con amplio margen la punta del campeonato.

martes, 9 de octubre de 2012

LA NECESIDAD DE VOLVER A CASA


“Volviendo a casa estoy” reza una de las canciones, de los grandes éxitos de Rata Blanca; quizás varios integrantes de éste plantel de Sarmiento no conozcan el tema musical, ni siquiera algunos al grupo. Para nada sonó este tema en el vestuario exultante y ganador, pero en muchos aspectos esa letra se asocia con lo que vivió el “Decano” en la tarde calurosa y húmeda de un lunes feriado.
“Voy, voy regresando hacia mi hogar, la noche está llegando…..” Desde el 18 de abril, día en que Sarmiento jugó ante Racing, no se ocupaba el Centenario, para un partido oficial, ni amistoso, luego de quedar trunco el clásico de las Américas entre Argentina y Brasil. Justamente por este partido, la dirigencia “Decana” privó a su equipo de jugar en su cancha.
Sarmiento necesitaba retornar a su casa, volver a sentirse seguro y cobijado; tan necesario era volver, como la victoria contundente que le brindó a su gente, a su público de bien, ese que va a alentar sanamente y se amarga ante cada desilusión, pero sin tirar proyectiles para suspender partidos.
“De ti beberé un poco de paz, es todo tan veloz, ven por favor…..Ángel, ella es un ángel, tiene la llave que devuelve la ilusión. dame, dame un instante, te necesita mi cansado corazón...el fuego no se apagó.” casi un grito del plantel, llamando a la ansiada victoria, sin saber reitero, quizás, las estrofas de Rata Blanca.
Sarmiento había arrancado muy mal el campeonato, con durísima derrota ante Textil Mandiyú, pese al escueto resultado adverso, el equipo fue una lágrima ante los correntinos; y no pudo rectificar el rumbo ante Fontana, pese a que mejoró su producción futbolística. Lo demás, es reciente, la salida de Capitano, la llegada de Chaparro, y el empate ante For Ever.
“Soy quién desespera por llegar, y recorrer el barrio, y encontrar caminos que extravié. Tú sabes que es duro progresar….” El “Decano” retornó al barrio, y a pesar de la medida absurda de ir a comprar entradas con DNI, se sintió protegido por sus fieles hinchas, y empezó a encontrar quizás, tal vez, el camino, que pareció haberse extraviado en el comienzo.
Al menos Chaparro, ya lo expresó, “empezó a encontrar el equipo”. Hay dudas aún, por supuesto, el arquero es una de ellas; Arias es hoy el titular, pero no tiene asegurado el puesto. Cabral por derecha en la defensa es una fija, al igual que Correa por el centro. Uno imaginaba también a Centurión en esa condición, pero el formoseño no está pasando por su mejor momento, y asoma con insistencia Benítez. El lateral izquierdo es otra de las dudas, Marín y Córdoba, pelean por el lugar, aunque da la sensación que el morocho cordobés le impone más confianza al DT.
En la mitad de la cancha el panorama es más claro; Brizuela juega por derecha. Por izquierda creo que Chaparro encontró la solución con Scatularo; y el enganche o doble cinco es Arce. El volante central es un puesto que tiene a dos jugadores locales en altísimo nivel como Maidana y Alegre, veremos quién se queda finalmente con la posición.
En la delantera hoy por hoy los titulares son Adorni y Cáceres. A Bandiera le terminó jugando una muy mala pasada su expulsión ante Textil Mandiyú, y la salida de Capitano. Con el anterior entrenador su vuelta al equipo ante For Ever, era una fija; sin embargo en la semana previa asumió Chaparro y decidió conservar a Adorni, que tuvo un buen desempeño en el clásico, y ante Colegiales fue una de las figuras del equipo. Le va a costar volver al equipo a Bandiera, más allá que sea uno de los preferidos de la gente; el rendimiento de su amigo y compañero de pieza (Adorni) hoy lo deja afuera.
“Yendo a casa estoy. Volviendo a casa estoy”. Así canto íntimamente Sarmiento; y volvió a casa, para ganar, golear y gustar.

lunes, 1 de octubre de 2012

PUNTO QUE SIRVE

Después de la semana convulsionada que vivió Sarmiento, previa al clásico, el punto obtenido en condición (netamente de visitante) ante For Ever, sirve y mucho para encarar el futuro. Cada vez que el “Decano”, no perdió ante el “Albinegro”, inició remontadas en su rendimiento y en cuestión de resultados, que lo llevaron a posicionarse en los primeros puestos.
Dentro de una semana que se pareció más a un tsunami, que a la preparación de un equipo para afrontar uno de los partidos más importantes de la temporada; Sarmiento tuvo buenas y malas. Repasemos, el lunes empezó convulsionado con la derrota del día anterior ante Fontana, y con los incidentes que impidieron que continuara el partido. Ese mismo lunes, al mediodía, el gobernador convocó a una reunión ampliada del Coprosede, donde se determinó que los hinchas “Decanos” no iban a poder ir más a la cancha en condición de visitantes.
Ese lunes, ni el martes, Salvador Capitano, DT destituido, se presentó a los entrenamientos, producto de su viaje a Rosario, por el fallecimiento de su hermano; se acercaba el final del proceso del técnico. Es cierto lo que afirma Capitano, en una nota a Diario Norte, siempre tuvo el respaldo de Capitanich, pero cómo aseveramos en la nota anterior, Capitano se fue ganando enemigos íntimos, que terminaron por voltearlo.
El martes el plantel volvió al trabajo en doble turno, y luego del entrenamiento vespertino, se les confirmó a los ayudantes de Capitano (Rossi y Villarreal), que no iban a continuar en sus cargos, la idea era producir la renuncia del DT, que no daba señales de vida ante los insistentes llamados del propio Capitanich. Ese día, por la noche, cerca de las 23, la destitución de Capitano era un secreto a voces; y la llegada de Raúl de la Cruz Chaparro, era un hecho hiper confirmado.
El miércoles por la mañana llegó Capitano a Resistencia, pero ya sabía que su proceso al frente del equipo estaba culminado, es más, aquí se enteró que en el club ya estaban abrochando el contrato con el nuevo entrenador, que hizo su presentación por la tarde en el entrenamiento. Fue el día más movido de la semana, con la llegada del ex DT, la aprobación del contrato del nuevo entrenador, la presentación en el entrenamiento, partido oficial por la Liga ante Independiente Tirol, y finalmente desvinculación con Capitano.
El jueves ya se fue ganando un poco más en tranquilidad, si vale el término, fue el primer momento en dónde se empezó a pensar en For Ever, y el clásico del domingo. Por la mañana Chaparro, dispuso un equipo que mantuvo en el amistoso vespertino ante Cune, y allí se empezaba a perfilar el once titular. Fueron los primeros indicios de Chaparro en su flamante conducción, las primeras dudas y certezas. Dudas en el arco, el sector izquierdo de la defensa, y en la delantera buscando el acompañante de Cáceres. La certeza era que a Arce, que había tenido una leve contractura el miércoles, se lo iba a esperar hasta último momento.
El viernes por la tarde, persistieron las dudas planteadas, el equipo quedó concentrado y el DT no confirmó el equipo; recién el sábado por la mañana Chaparro tuvo en claro quiénes iban a jugar el clásico, nombres que confirmó ni bien llegado al estadio de For Ever, el domingo.
La buena noticia de la semana quizás tuvo que ver con la llegada de Chaparro, a hacerse cargo del equipo, el clima convulsionado que rodeaba a Capitano era muy hostil y adverso. La otra buena, y por el momento que se vivía, era la ausencia del público “Decano”, que “liberó” a varias jugadores como a Adorni, por ejemplo, siempre tan resistido por el hincha. Es una medida que no comparto, de ninguna manera, porque muestra la incompetencia de los organismos estatales, se hizo lo más fácil; sin embargo, reitero, creo que esto le vino bien a Sarmiento. Se quitó la presión de encima, y se la trasladó a For Ever.
Ya en el juego, se vio un clásico entretenido, quizás uno de los mejores de los últimos tiempos; Sarmiento estuvo a la altura de las circunstancias, con nombres que rindieron en un nivel superlativo como Horacio Correa, bien acompañado por el resto de sus compañeros, no hubo fracasos individuales, y colectivamente el equipo mostró lo mejor hasta aquí en el torneo.
Por estas razones, que sirven para entender la semana que sobrellevó el “Decano”, es que se justifica el empate que consiguió ante su clásico rival. A partir de aquí tendrá que refrendar lo bueno, y seguir corrigiendo errores.